miércoles, 28 de abril de 2010

“El mundo no está listo para entender los descubrimientos de mi abuelo”


Vanesa Posnansky es la nieta del famoso y controvertido arqueólogo alemán Arthur Posnansky. Ella afirma que los descubrimientos de su abuelo son terriblemente reveladores y que su familia sufrió persecución durante largos años.

“Desde que era niña viví bajo la sombra de mi abuelo, él fue el precursor de mis grandes sueños y temores, él fue quien despertó mi amor por Tiwanaku”, afirma Vanesa Posnansky a tiempo de recordar con nostalgia sus días de infancia. “Estudié derecho, sin embargo odio el derecho. “Yo quería ser antropóloga, pero mi madre no me lo permitió, ella aseguraba que fueron esas pasiones científicas las que llevaron a mi abuelo a la muerte” decía Vanesa expresando cierta inquietud. “No me quejo, finalmente hice lo que quería al dedicarme a recolectar todos los estudios y descubrimientos de mi abuelo. Hay cosas que la gente debe saber y otras no”, declaró.

Arthur Posnansky realizó importantes descubrimientos y escribió obras reveladoras para la comunidad científica de su tiempo, tal es el caso de su aclamado libro “Tiwanaku, cuna del hombre americano”. Sin embargo, Vanesa nos reveló que los descubrimientos más importantes de su abuelo fueron robados o destruidos, ella presume que los autores de tal atrocidad fueron funcionarios algún gobierno. “Mi abuelo fue acusado de Nazi, eso lo desacreditó mucho, pero yo creo que toda la mala propaganda que le hicieron y todos los trabajos que le robaron, solo lo se lo hicieron para evitar que diga lo que vio”, cuenta Vanesa.

Vanesa indicó que está en posesión de varios estudios “apócrifos” de su abuelo. Para ella solo hay dos objetivos con relación a estos estudios: revelar aquello que la gente aceptará en su momento y guardar bajo la llave del silencio aquello que podría ser demasiado perturbador. “(…) El mundo no está listo para entender los descubrimientos de mi abuelo, si los muestro todos quizás pondría en riesgo a mi familia y tengo un hijo a quien cuidar (…) La gente jamás aceptará todo y si lo aceptase solo estaría causando la muerte de su sociedad tal y como se la conoce”, declaró Vanesa algo triste. Para ella existen cosas respecto al pasado prehistórico de nuestro país que cambiaría dramáticamente el panorama de nuestra sociedad. Ella afirma que su abuelo halló en Tiwanaku una respuesta a la pregunta más cuestionada por la especie humana: ¿Quiénes somos?

“Cuando mi abuelo investigaba la pirámide de Kalasasaya, logró hallar una forma de entrar. Mi papá me contó que mi abuelo se perdió varias horas dentro de la pirámide y que cuando salió ya no era el mismo hombre. Según a los ayudantes de mi abuelo, él tenía el rostro muy envejecido al salir. Ellos contaron a mi padre que en cuanto recuperó el habla, mi abuelo les ordenó cerrar la entrada y que jamás la revelaran su ubicación ya que lo que vio no debía ser visto por nadie más. Jamás dijo que fue lo que vio ni le dijo a nadie más que logró entrar en la pirámide, dejó que esta historia muera con el tiempo”, cuenta Vanesa con cierta emoción.

Ella nos habló de una agrupación ciudadana que, actualmente, trabaja para desentrañar los misteriosos estudios de Arthur Posnansky. Ella afirma que dicha agrupación está tratando de revelar la síntesis de los estudios de su abuelo a través de seminarios, libros, danza y cultura. “Ellos ya han revelado parte de los descubrimientos de mi abuelo y de otros científicos del mundo, lo único que probaron es que la gente no lo aceptará. Tan contundente fue la prueba, que una de sus actividades fue prohibida y censurada por la Ministra de culturas”, afirmó. 

Vanesa afirmó que su familia fue perseguida y hostigada por largo tiempo, esto debido a lo que Arthur Posnansky habría descubierto. “Hay alguien muy interesado en velar cualquier dato -no conveniente- de Tiwanaku. Yo creo haber descubierto quienes son, pero si te lo digo no me creerás y tampoco tus lectores”, afirma ella riendo.

El misterio sobre los estudios y descubrimientos de Arthur Posnansky sigue cubriendo grandes avances arqueológicos en Tiwanaku. Mientras algunos tratan de legitimar la importancia de las misteriosas ruinas, los ladrones roban las piezas arqueológicas de la ciudad y el museo. Los científicos foráneos hacen grandes documentales en los medios masivos afirmando que la ciudad precolombina no tiene más de 800 años de antigüedad, esto a pesar que las pruebas de nuestros arqueólogos y varios cientístas latinoamericanos habrían descubierto que las ruinas tienen más de  3000 años.

Nadie trabaja en Tiwanaku y nuestro pasado sigue siendo cubierto por el polvo. Si los bolivianos no desentrañamos este misterio, ¿quién más lo hará?. “Nos engañaron, estimado amigo. No somos quienes pensamos que somos ni venimos de donde creemos que vinimos”, concluyó Vanesa al terminar la entrevista.

Gaburah Lycanon Michel

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