lunes, 26 de abril de 2010

“Se debe retomar el curso de algunos años atrás”

Alberto Bonadona es economista. Fue director de Pensiones y columnista en varios periódicos bolivianos. Actualmente es el encargado del área económica del periódico “Página 7”. En una entrevista exclusiva con Caja Negra, Alberto Bonadona habla de una coyuntura hidrocarburífera no muy positiva en el país.

En el sector hidrocarburífero, el especialista en economía Alberto Bonadona, explica que Bolivia perdió posibilidades de avanzar en inversiones a partir del problema con Santos Ramírez (ex presidente de la estatal YPFB,  quien fue inculpado por corrupción) y previo a eso, se dieron  las migraciones de contratos, en otras palabras, empresas extranjeras que han disminuido notoriamente sus inversiones en el país (los pozos hace cinco años eran aproximadamente 45 y ahora hay tan solo seis)
Por otro lado, la firma de la adenda de contrato Juana Azurduy de Padilla es una estrategia más política. “No es la primera vez que con Argentina se tiene un acuerdo y no se cumple, pero habrá que esperar que éste si se cumpla y que la inversión de poder generar una integración de los gasoductos en el norte  se haga una realidad” explicó Bonadona a manera de describir el panorama hidrocarburífero actual en Bolivia.
Para el economista, la escasez de recursos energéticos que azota el país tiene que ver con las exportaciones de Bolivia a otros países. Por ejemplo, el GLP (Gas Licuado de Petróleo) es un derivado del gas natural que se exporta. “Si aumentamos la producción de gas en Bolivia está dirigida a la exportación. Si se logra un nivel alto de producción se puede extraer el GLP,  pero como esta producción ha caído considerablemente, no se puede abastecer el mercado interno”, explicó.
La políticas en cuanto a los hidrocarburos del actual gobierno han sido fuertemente criticadas de neoliberales al no tener diferencias con políticas de gobiernos pasados, como por ejemplo el de Gonzalo Sánchez de Lozada quien en 1996 tenía contratos con Brasil muy similares a los actuales. Al respecto,  Alberto Bonadona explica que es muy difícil cambiar el trato con Brasil, ya que el contrato no se lo va a modificar fácilmente  por el hecho que está firmado bajo acuerdo producción y abastecimiento del mercado  brasileño.
Asegura también que en el área de hidrocarburos es muy difícil no contar con empresas capitalistas que tengan una capacidad de inversión grande, ya que éstas vienen acompañadas de tecnología y son capaces de elaborar trabajos de envergadura que requiere el área hidrocarburífera;  sin embargo, aclara también que las políticas actuales no son claras y hay muchos errores, “(…)lo más serio de todo es que YPFB no ha sido fortalecida como debía ser y no se ha constituido en una corporación que responda la tiempo actual ni al papel de debería cumplir como una empresa  estatal grande y mientras eso continúe, habrán problemas que no se podrán solucionar y Yacimientos no va a responder a los desafíos que tiene” agrega el especialista.
Se ha hablado que Brasil compra el gas Boliviano simplemente por solidaridad, pero para el economista Bonadona, Brasil no muestra ninguna solidaridad, ya que simplemente cumple con la parte de su contrato. “Si Lula Da Silva quiere hacer política barata en su país con esa declaración, allá él, pero en realidad el cumple con su parte del contrato y por otro lado la importación de gas que hace este países es muy importante para el Brasil, no es que está comprando una baratija ni tampoco está haciendo un obsequio de bondad o que sale del corazón de los brasileños para ayudar a los pobres de Bolivia, no hay tal, es un contrato que se debe cumplir” explica Bonadona y  agregar que con Argentina si existió un gesto de solidaridad por parte de Bolivia durante el gobierno de Carlos Mesa al venderles gas a precios “regalados”.


A modo de conclusión

“Si la actividad petrolera no llega a rencontrar el curso que tuvo en algún momento en el cual participaba ampliamente la inversión extranjera, será muy complicado abastecer el mercado brasilero o argentino,  pero el serio problema se dará cuando no se pueda abastecer el mercado interno” advierte.
 En ese sentido una opción para el Gobierno es generar una política que permita la apertura en el campo de hidrocarburos plena de la inversión internacional, y a la vez garantizar estas inversiones para tener el marco jurídico que se requiera para realizar las actividades, de otra manera se lamentara una situación poco deseada que perjudicara a la producción en Bolivia y a la generación de empleos productivos

Andrea Herrera Borja          

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